Hay (¡ay!) la sensación de ir navegando en un barco que empieza a hacer agua por varios flancos…
Peña al timón, no se atreve a tirar fardos; aunque ya no hay más desahucios, sólo queda defenestrar a quienes están en torno suyo, ¡imposible!, a estas alturas, le comendarían sus aduladores. Sería un suicidio político. Aunque también habría que considerar que el ajuste podría oxigenar (salvar) su sexenio en el último tercio.
La nave registra filtraciones, boga lento y se introduce en aguas de ambiciosos corsarios que se descubren y ya no quieren que le vaya bien al barco de Peña para que a todos nos vaya bien. Soberbios, pagados y pagadas de sí mism@s, se yerguen como los salvadores, mesiánicos todos, no sólo el tabasqueño.
Y hasta los más fieles aliados de Peña, las corporaciones privadas, le echan en cara su falta de mano firme y lo emplazan judicialmente por los bloqueos magisteriales. “Nos ha traicionado”, le tunden los de la sotana. Y a Peña lo traicionan los suyos, los gobernantes corruptos. Tardío, Enrique Ochoa se ofrece como el factor de cambio en el partidazo, aunque no es bienamado entre los priistas, secreto a voces, éste.
Peña, hasta ahora, había remontado las adversidades fuera de su control: los petroprecios, baja de la demanda mundial de mercancías, la apreciación del dólar, la indiferencia de los especuladores por el peso. El navío sorteaba casi todo.
Empero, al interior, el cuarto de máquinas cunde el descontrol y la tentación de poner remedio a cualquier precio –represión-, toca a la puerta de Los Pinos y en Segob. El resultado devendría en satisfacción en los sectores duros de la sociedad.
El Presidente debe arriar velas para soportar el temporal y poner orden en el equipo. Fue error suyo soltar las ambiciones en el gabinete y todo ha sido un tirar de la cobija y llevar agua al molino de los acelerados, Nuño, por delante; luego Osorio y detrás del telón, Videgaray.
Indebidamente, el Presidente desató las ambiciones futuristas y paga las consecuencias.
La cuestión es que Peña sostiene con debilidad el timón, y no encuentra la solidaridad en su equipo.
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El Norte publicaba en su portal de Internet que en junio, las exportaciones mexicanas a Estados Unidos registraron una baja anualizada de 7.5 por ciento, su mayor contracción en 39 meses.
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Nomás se pelean las comadres y empiezan a salir las verdades…”Los problemas entre comerciantes y Escobedo se deben a que el municipio está enfermo de poder y continuidad por culpa de Abel Guerra, quien maneja la administración desde hace 21 años, acusó Ismael Flores, líder de la CTM en Nuevo León (El Norte)”.
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El aún gobernador de Veracruz, Javier Duarte defenestrado a nivel nacional por el priismo intenta descarrilar al panista (¿) Miguel Ángel Yunes Linares, gobernador electo, al que ha denunciado ante la PGR ya que le ha detectado propiedades inmobiliarias por valor de 300 millones de pesos.
¡Oye! En una de esas, Veracruz se queda sin “Juan y sin las gallinas”. ¡Bombero a la vistaaaa!
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Llama la atención que el gobernador El Bronco haya lanzado su plan de obras por un valor de cinco mil 183 millones de pesos, en donde (según reza el boletín informativo oficial) de ese total, dos mil 91 millones resultan de ahorros en el gasto derivados del Plan de Austeridad.
Visto así, es de estimarse el esfuerzo porque implicaría que El Bronco dejó de hacer gastos no indispensables y liberó recursos al gasto de inversión social.
La cifra es mayor que las partidas federales que suman mil 733 millones de pesos de distintos ramos, indica el comunicado.
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Después de varias gestiones hechas por los antorchistas ante la dirección de Bienestar Social en Monterrey, se logró llevar 350 despensas mensuales para las familias más desprotegidas de la región de Galeana. Familias de las comunidades de El Milagro, Los Adobes, El Cuije, Puerto Grande, La Paz, Providencia, La Becerra, La Trinidad y San Rafael, fueron algunos de los beneficiados con tres cajas de despensas equivalentes a tres meses de provisión.