Ciudad de México, Méx., 14 Nov. 2016.- El mercado de bonos del Tesoro de Estados Unidos sufría una nueva corriente vendedora, luego de la peor semana para la deuda del país en más de siete años por el temor a que las políticas de Gobierno del presidente electo Donald Trump aceleren fuertemente la inflación.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro a 30 años, los papeles más sensibles a las expectativas de inflación, superaron el 3 por ciento por primera vez desde enero. La brecha entre los retornos de los títulos a 10 y 2 años aumentó a 1.26 por ciento, su mayor nivel desde diciembre.
Los precios de los bonos del Tesoro sufrieron una pérdida semanal de 1.9 por ciento, su mayor caída desde junio del 2009, de acuerdo a los datos del índice de desempeño de activos de renta fija de Bank of America/Merrill Lynch.
Si bien la liquidación se moderó en las primeras horas de la sesión en Norteamérica, analistas dicen que no ven un final cercano a la tendencia generalizada a la baja, que genera una caída de los precios de los bonos y un alza de los rendimientos.
Las expectativas de una aceleración de la inflación en Estados Unidos impactan sobre los bonos porque reducen el valor de sus futuros pagos de intereses.
Los rendimientos de la deuda estadounidense a 30 años subían hasta un máximo de 3.067 por ciento, un nivel no visto desde diciembre. Los retornos del papel referencial a 10 años avanzaron hasta 2.302 por ciento, su cota más elevada desde diciembre.
Si bien la ola vendedora afectaba mayormente a los bonos a 10 y 30 años, los rendimientos de las notas a 2 y 3 años escalaban hasta sus mayores niveles desde enero, ya que los inversores esperan en su mayoría que la Reserva Federal suba su tasa de interés clave en su reunión del 13 y 14 de diciembre.
