» La lista es larga…algunos casos han terminado en tragedia….por ejemplo vea este caso de los años 40…de Juan N. Guerra y Gloria Landeros…
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“…El episodio parece retrato de una película mexicana de machos agraviados: el hombre celoso sorprende a su mujer platicando con otro sujeto y sin más descarga su pistola hasta matarla. El homicidio, que ocurrió en julio de 1947, en Matamoros, Tamaulipas, entraña sin embargo algo mucho más oscuro y complejo. Es la historia que revela la consolidación de un régimen político, no sólo corrupto, sino con intereses concretos sobre el lucrativo tráfico de drogas y de otras mercancías ilegales, que interviene para dejar sin castigo al asesino, Juan Nepomuceno Guerra Cárdenas, para entonces el todopoderoso del mundo criminal en el estado…”
“…Guerra había desposado a Gloria Landeros, una actriz parcialmente alejada de los escenarios. Ella platicaba con el cómico Adalberto Martínez “Resortes” cuando fue asesinada. Las autoridades juzgaron el caso como un acto de defensa personal, sin ofrecer evidencia convincente sobre ello. El asesinato cimbró a la opinión pública. Generó encabezados en los principales diarios, que dieron cuenta incluso de cómo el padre de la víctima, Carlos Landeros, escribió al Presidente de la República, Miguel Alemán, en busca de justicia. Pero la cobertura sobre lo ocurrido duró poco debido a la mordaza impuesta por el mismo gobierno…”
El suplemento dominical del 6 de octubre del The New York Times dedicó cinco páginas y media a un reportaje de su excorresponsal en México, Mark A Uhlig, sobre el clima de violencia que se vive en esta ciudad, en el que se llega a la conclusión de que “en las calles mexicanas el espíritu de impunidad, tan largamente guardado por los policías, permanece”
Dos semanas después, el lunes 21, la Policía Judicial Federal detuvo a Juan N Guerra, en lo que Juan Miguel Ponce Edmonson, jefe de la Interpol en México, calificó como “un contundente golpe a la impunidad”
Si bien con la detención de Juan N Guerra se dio fin a un mito, surgió inevitable la pregunta: ¿por qué hasta ahora?
Ponce Edmonson, quien encabezó la incursión en el rancho “El Tehuachal”, el lunes 21, respondió:” Lo que no fue en mi año, no fue en mi daño”
El Heraldo de Brownsville, entrevistó a Oscar López Olivares, quien se pasó a las filas del FBI luego de ser narcotraficante en Tamaulipas, y le hizo la misma pregunta, en otra forma: ¿vale la pena arrestar a un hombre de 77 años, que utiliza una silla de ruedas?
“Como sea, respondió, merece ser juzgado, pues nunca dejó de ser malvado Mató a su esposa y nunca le hicieron nada Mató al hijo de Pancho Villa y no le hicieron nada”
Ciertamente, en la leyenda de Juan N Guerra, el “padrino” de Tamaulipas, que cualquiera en esta ciudad sabe contar, se incluyen esos y otros crimenes, además de una larga lista de actividades delictivas con las que amasó su fortuna Pero todos los datos relevantes pertenecen a un pasado no reciente
Ahora, con su detención, no falto alguien que lo describiera en una crónica como “un anciano que inspira ternura, con su cabeza desprovista de pelo Don Juan, como se le refiere comunmente, arrastra ya tres infartos y usa la silla de ruedas por padecer una paraplejía que paraliza la parte izquierda de su cuerpo”
Durante los últimos años era común encontrarlo diariamente en el céntrico restaurante de su propiedad, “Piedras Negras”, acompañado de algunos amigos o con su enfermero Las apariencias lo hacen ver como retirado ya de las actividades ilegales
Armando Ramírez, agente encargado de la oficina de la DEA en Brownsville, declaró que en Estados Unidos no se tiene cargo alguno contra Juan N Guerra y señaló que, incluso tenía ya varios años de residir en esa ciudad sin problema alguno
Rechazó que pertenezca a la red de narcotráfico en esa zona fronteriza “La DEA, añadió, tiene datos sobre las personas que trabajan con la organización colombiana que opera en el área Houston- San Antonio y, del lado mexicano, en el corredor Matamoros-San Fernando-Cd Victoria, y él no se encuentra entre ellas”
Ramírez, sin embargo, consideró su detención como “magnífica”, por ser un paso en la dirección correcta y manifestó deseos de que mantengan a los detenidos “encerrados por unos 25 años o más”
LA LEYENDA
El imperio que llegó a tener Juan Nepomuceno Guerra Cárdenas en Tamaulipas fue iniciado por sus hermanos Arturo y Roberto en 1929, contrabandeando licor a los Estados Unidos durante la “ley seca” y, en sentido contrario, llantas y otros productos que encontraban buen mercado en México
Al terminar la ley seca en Estados Unidos, siguieron con el contrabando en ambos sentidos, pero diversificaron sus actividades, entrando al tráfico de indocumentados, la venta de protección en la zona de tolerancia de Matamoros y a la compra-venta de armas
Durante el sexenio del presidente Manuel Avila Camacho (1940-46), Juan N Guerra fue agente de la Policía Judicial del Distrito Federal, siendo procurador Francisco Castellanos
Pocos años después se le adjudicó su primer crimen: se dice que mató a su primera esposa, Gloria Landeros, a la que se recuerda como una mujer muy bella, que trabajaba en la llamada Carpa Landeros Se cuenta que la mató por celos, al encontrarla platicando con Adalberto Martínez “Resortes”, único testigo de su muerte, que finalmente fue declarada accidental
En abril de 1960, añaden los relatos, mató de un balazo en el rostro al comandante Octavio Vila Coss, hijo de Pancho Villa, dentro de “El Piedras Negras” Aunque fue detenido, logró que otro se declarara culpable y salió en libertad rápidamente
A finales de esa década, Juan N Guerra ya había desplazado a sus hermanos del control del imperio, que tiempo después le valió el mote de “padrino” de Tamaulipas
El imperio creció con la incorporación de casas de juego, la trata de blancas y el robo de automóviles, pero ante el embate del tráfico de drogas se fue haciendo a un lado, hasta que la basta red delictiva pasó a manos de su sobrino Juan García Abrego, quien en el tráfico de cocaína se asoció con el cártel de Medellín
Juan N Guerra se conformó con mantener el control del contrabando de licores, cerveza y pollo, de Estados Unidos entre otras cosas Con el avance del libre comercio logró obtener el control legal de la importación de cerveza norteamericana en Tamaulipas Sus hijos siguieron con el contrabando de carne y pollo
En 1987 ocurrió otra balacera en “El Piedras Negras” Murió acribillado el agente judicial Tomás Morlet Quedó muerto también Saúl Hernández, de la banda de su sobrino, al que se adjudicó legalmente la muerte del primero
Se dice que a partir de aquel suceso las relaciones entre tío y sobrino se rompieron Desde entonces, García Abrego ha acumulado 131 cargos federales en los Estados Unidos y no pocas ordenes de aprehensión en México, sin que hasta el momento se le haya detenido
Dos años después, don Juan vivió su último sobresalto, antes de su arresto El Bravo, de Matamoros, publicó que existía orden de aprehensión en su contra Su fuente fue Fernando Arias, entonces jefe de prensa de la PGR, quien luego desmintió haberlo dicho El asunto quedó en el aire, pero ese periódico publicó integra la declaración de un detenido de apellido Amozorrutia, en la que aparece implicado Guerra
La declaración señala que el detenido, que era piloto aviador de Carlos Aguilar Garza —también arrestado entonces y preso hasta la fecha por tráfico de cocaína— refirió que, años antes estando en el rancho “Las Hermanas”, propiedad de don Juan, escuchó a ambos pedir a Casimiro Campos Espinosa, “El Cacho”, que calmara sus actos o se atuviera a las consecuencias Poco después éste murió por las secuelas de una balacera cuya autoría intelectual se adjudicó a don Juan, sin comprobársele ni ejercer acción en su contra
A pesar de esa declaración posterior que lo implicaba en 1989 no se intentó detenerlo, ni siquiera se le citó a declarar
Ese mismo año, El Bravo Publicó una entrevista con don Juan, que en días pasados reprodujo, presentándola como la última que concedió En ella, se le pregunta si es político, dada la fama de que financiaba las campañas de candidatos a diputados, senadores o alcaldes de Tamaulipas
“Político no soy, dijo, pero sí soy amigo de ellos Eso sí, soy priísta, siempre lo he sido y voto por sus candidatos”, añadió al tiempo que mostraba su credencial del tricolor
Las fiestas que hacía don Juan son famosas en Tamaulipas Todos los años, el día de San Juan, se llenaba su rancho “El Tehuachal” —nombre por el que se le conoce por un ejido vecino, pero que en realidad se llama “Los Guerra”— con mucha gente, siendo común la presencia de oficiales del ejército o la naval, con todo y uniforme, de agentes aduanales, políticos y periodistas, sin faltar artistas famosos, entre los que se menciona a Lucha Villa, con todo y Mariachi de Tecatitlán
Recientemente se realizó la inauguración del reacondicionamiento del camino que conduce tanto al ejido como al rancho y que, aunque se anunció como en favor del primero, se orientó en su parte final hacia la famosa propiedad En la ceremonia oficial, puesto que se trató de una obra del Programa Nacional de Solidaridad, estuvieron presentes Manuel Cavazos Lerma y Tomás Yarrigton, senador y diputado federal recién electos
Las carreras de caballos son toda una tradición en la frontera, que data de los años cuarenta, en la que siempre han estado presentes los Guerra Plácido “Lázaro” Guerra Lerma, padre de don Juan, acostumbraba a organizarlas como una forma de entretenimiento Su hijo mantiene la tradición, con el ingrediente de apuestas cuantiosas
Estaban muy lejos de ser eventos clandestinos, pues se anunciaban por radio Era común que asistieran turistas norteamericanos, situación que utilizaron los agentes federales que lo arrestaron, al introducir una avanzada utilizando esa apariencia
Y fue la existencia de esas carreras de caballos, con apuestas, lo que fue utilizado como forma legal para la incursión policiaca Se habló de una denuncia de la Secretaría de Gobernación pidiendo se investigara la violación a la Ley de Juegos y Sorteos También se informó que se habían encontrado armas y droga, pero no se aclaró en qué cantidades
Tres días después del arresto, el jueves 24, la PGR emitió un boletín de prensa, en el que se señala a Juan N Guerra como la cabeza de un grupo delictivo que desde Matamoros introdujo en Estados Unidos “por lo menos tres toneladas y media de mariguana”
Refiere el boletín que esto consta en la averiguación previa número 501/88, iniciada el 20 de febrero de 1988, año en que el juez Quinto de Distrito en Materia Penal del estado de Jalisco libró orden de aprehensión en su contra, dado que dos detenidos —Alfredo González Guerra y Noel Octaviano Zaragoza Arce— “hicieron imputaciones directas” en su contra, haciéndolo propietario de la mariguana que transportaban
Después de ser intimidado y amenazado por la policía judicial federal y por los zares de la droga en Matamoros, Tamaulipas, cuando Oliverio Chávez Araujo se apoderó de la cárcel local, Mark Uhlig, excorresponsal de The New York Times en México, escribió en el suplemento dominical del diario una de las más duras críticas al sistema policiaco judicial mexicano que se haya registrado en la prensa estadounidense en lo que va del sexenio salinista
Para el mexicano promedio, que ha sufrido permanentemente las arbitrariedades de los servidores públicos, el episodio de Matamoros fue un oscuro recordatorio de las raíces que existen detrás de la flamante nueva imagen exterior del gobierno Al surgir la corrupción oficial y las complicidades en ambos lados del enfrentamiento entre dos zares de la droga, el incidente mostró la debilidad de las instituciones sociales que han frenado el desarrollo mexicano”
Uhlig prosigue: “La protección frente a la criminalidad es tan central en la función de una sociedad moderna, que su ausencia se extiende virtualmente a todos los aspectos de la vida mexicana En la política, la corrupción policial abre la puerta al fraude y a la intimidación; en una demanda civil puede significar constantes mordidas para tener el derecho de llevar un caso a juicio; en el mundo empresarial significa regalos semanales al reparador de teléfonos para prevenir que acabe con la línea; y para el propietario de una casa significa tener que arreglarse con los inspectores que cada mes alegan una nueva violación al código de construcción”
Uhlig viajó con Silvana Paternostro a Matamoros para cubrir el amotinamiento de los presos de la cárcel, encabezados por Chávez Araujo A los pocos días, Uhlig logró colar una serie de preguntas en el interior de la prisión y Chávez Araujo le contestó
“Tan pronto se supo que Chávez Araujo había establecido contacto con el Times, reporteros locales y familiares de los presos empezaron a notar la llegada de más hombres armados, que se identificaron como policías judiciales federales
“Entre la gente que llegó estaban también un camarógrafo y otros hombres, que se presentaron como periodistas, pero que no pudieron mostrar ningún tipo de credencial y no pudieron nombrar el medio para el que trabajaban
“En las calles que rodean la prisión de Matamoros, los policías y el equipo de video comenzaron a preguntar por la gente del The New York Times La cámara nos siguió varias horas, grabándonos mientras trabajábamos
“Por la noche, dos agentes vestidos de civil se nos acercaron y mostraron una nota de las que le habíamos mandado a Chávez Cuando pedimos que la devolvieran, uno dijo que era evidencia y se fue Después recibimos una llamada por el teléfono celular desde el interior de la cárcel, diciendo que nuestras vidas estaban en peligro y que nos fuéramos de la ciudad
“Después de recibir una segunda y más detallada carta de Chávez, decidimos pasar a Estados Unidos
“De regreso, en cuanto ingresamos en el aeropuerto de Matamoros, fuimos abruptamente rodeados por un grupo de hombres armados, vestidos de civil Bloqueando mi camino y agarrando a Silvana por detrás con los dos brazos, se identificaron como agentes de la policía judicial federal, con orden de interrogarnos
“Sin medios para escapar, les dejamos ver que no permitiríamos que nos sacaran de ahí Después, al recordar que esa noche teníamos una cita para cenar con Manuel Camacho Solís, les dijimos que si querían detenernos tendrían que hablar con el regente de la ciudad de México para pedirle permiso
“Sorprendidos, fueron a consultar con su jefe, quien se identificó como comandante de la policía judicial federal y mostró una chapa; nos ordenó detenernos, ya que en la confusión habíamos logrado caminar hacia los detectores de metales; nos siguió a través de ellos, pero al final nos dejó ir
“Al día siguiente, el nuevo Procurador General, que heredó la supervisión de la PJF, nos invitó a su oficina para ofrecernos 24 horas de protección con guardaespaldas”