El Seguro Social acompañó al joven Erick en su tratamiento médico desde pequeño, ahora es un joven que destaca en el deporte y está a punto de concluir su carrera de Piscología en la UANL
Desde pequeño tenía una enfermedad que amenazaba con dejarle sin caminar durante toda su vida, pero el esfuerzo incansable de su madre, la confianza en sí mismo, más el tratamiento médico otorgado por el Seguro Social, hicieron posible que Erik no solo caminara, sino que nadara, corriera y se convirtiera en un atleta de alto rendimiento que actualmente cursa el noveno semestre de Psicología en la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Erick Demetrio Carlos Garza tenía apenas tres años, cuando sus padres decidieron cambiar su residencia de los Estados Unidos hacia la ciudad de Monterrey para atender a su hijo en el IMSS.
El diagnóstico clínico era una Cuadriparesia (dificultad de movimiento en las cuatro extremidades), con Espasticidad (tensión y rigidez en los músculos) y Distonía (problemas de control involuntario). La literatura establece que si los niños con esta enfermedad no caminan para los 5 años, es muy poco probable que puedan hacerlo el resto de su vida.
Erick recibió la aplicación de la primera Toxina Botulínica, que manejó el IMSS, medicamento de alto costo, y se trabajó por años con una atención basada en las especialidades de Ortopedia, Traumatología y Rehabilitación.
Cuando los médicos le llegaron a comentar que una cirugía implicaba el riesgo de no volver a caminar, él expresaba “entonces no quiero que me operen, porque yo quiero correr”, por fortuna y para sorpresa de los cirujanos Erick nunca tuvo necesidad de ser operado.
Con la natación desde los cinco años y el deporte siempre presente en su vida, a sus 17 años, siendo preparatoriano y en la posición de portero ganó un campeonato nacional de futbol Aside 7.
Erick fue un joven que elevó sus potenciales, complementó sus estudios con el deporte de alto rendimiento del 2006 al 2013, periodo en el que obtuvo medallas de oro, plata y bronce en diversas competencias.
Recientemente incursionó al lanzamiento de disco y jabalina, disciplina de las cuales tuvo sus últimas dos medallas de oro y plata, respectivamente.
El joven guerrero reconoció que para él fue menos difícil caminar por la vida gracias al apoyo de su madre Maricela Garza González, y a su médico del IMSS, doctora Lucía Magdalena Allen Hermosillo.
La madre de Erick dijo sentirse muy afortunada con la recuperación extraordinaria de su hijo “era mi sueño verlo así, realizado haciendo su vida. Yo pensé que no iba a poder hacer muchas cosas, pero ha hecho más cosas de las que pensé, todo le ha costado mucho trabajo, estoy orgullosa de él”.
Respecto al apoyo del IMSS destacó el acompañamiento de su médico “Aquí siempre lo atendieron para que Erick estuviera lo mejor posible. La doctora nos apoyó mucho, cuando él decía…déjenme como estoy, ella le decía… no Erick tu puedes y siempre estuvo dispuesta a escucharnos y ayudarnos en las buenas y en las malas, realmente la vemos como su segunda madre”.
Por su parte, la doctora Allen Hermosillo comentó que a lo largo de su vida, Erick demostró ser una persona con agallas, nunca se derrotó, es un ejemplo para otros pacientes que se descorazonan ante la adversidad, apegarse al tratamiento médico y nunca perder la fe en sí mismos, es lo mejor para ellos”.