Tal vez la gran mayoría de nosotros no recordemos aquella lejana fecha en que dimos nuestros primeros pasos. Pero los que hemos tenido la dicha de ser padres, recordamos con gran amor ese día en que nuestros hijo(a)s dieron su primer paso. Casi invariablemente, después de ese primer paso, nos caemos, e intentamos nuevamente.
Nunca falta el pariente, vecino o metiche
incómodo, que suelte un indeseado comentario sobre, está muy chiquito, les dije que se iba a caer, aun no es su tiempo, y un largo numeral de dichos negativos. Sin embargo, el primer paso
se dio, tambaleante, pero se dio y de ahí en adelante ya no hay vuelta para atrás.
Es interesante analizar este primer ejercicio democrático de Consulta Ciudadana o Consulta Popular, realizada el pasado día Domingo primero de Agosto 2021.
A partir de las reformas al Artículo 35 Constitucional en su numeral VIII del 2012 y 2019, ya es un derecho ciudadano la Consulta Popular. Fue un fracaso, sí, dirán sus detractores, normalmente ciudadanos de corte conservador y opositores a estos cambios para llegar a una democracia más participativa como
en la mayoría de los países más avanzados. Fue un éxito, sí, dirán los ciudadanos más progresistas, afines al presente gobierno.
Creo que no se debe tomar una postura extremista y analizar este primer caso de Consulta Popular desde la óptica de la razón y en su medida exacta.
Como en muchos casos del orden social, los cambios se dan de forma paulatina, al menos que sea una revolución o un golpe de estado, que no deseamos. Este proceso es paulatino, como nuestros primeros pasos.
Lo importante era dar el primer paso, y se dio. Y se dio de manera muy
importante. Con muchas más ventajas positivas que retrocesos negativos. Veamos.
En ningún país se logra la participación del 100% del padrón nominal de electores. Ni en las elecciones, ni en las Consultas Ciudadanas, Populares o Referéndums.
Es una tendencia a que la
participación ciudadana en los Consultas sea menor que en las elecciones. Casi la mitad de la participación en las elecciones. En los países en donde se ha implementado este tipo de ejercicios democráticos, normalmente inician con una participación muy baja, y conforme la ciudadanía va adoptando esta nueva manera de participar, va creciendo a niveles más altos.
El haber iniciado esta Consulta con un 7% de participación del padrón electoral, no, no es muy bueno, pero de ninguna manera representa un fracaso. Es solo eso, un primer paso.
De un gran amigo abogado exitoso, aprendí que los fenómenos sociales hay que analizarlos con la perspectiva de tiempo, lugar y circunstancia. Estamos en tiempos de una pandemia. No hubo
gran difusión de este evento en los medios masivos de comunicación.
Hemos visto como hace sólo 2 meses, en las elecciones intermedias, hubo una danza de millones sin declarar y aun así
se confirmaron ciertas gubernaturas en Estados del norte del país. Aquí, no hubo esas grandes inversiones.
Un caso histórico que quisiera usar como comparación, con todo respeto y guardando las medidas, es el derecho de las mujeres a votar en nuestro país. Después de muchos años de lucha, desde la postrimería de la Revolución Mexicana, no fue hasta el año 1953 cuando se logró, gracias al presidente Adolfo Ruiz Cortines. Ya desde 1937 lo había intentado el Presidente Lázaro Cárdenas del Río, pero los subsecuentes presidentes Ávila Camacho y Alemán Valdés congelaron dicho proyecto. No fue fácil y aún en ese año de 1953 hubo muchas trabas ocasionadas fundamentalmente por los legisladores panistas, que entorpecieron el proceso
porque no querían que el PRI se llevara el mérito de convertir a las mujeres mexicanas en ciudadanas, tal como lo describe claramente la Investigadora Enriqueta Tuñón Pablos [1].
Las primeras elecciones donde participaron las mujeres a nivel federal fueron las elecciones intermedias de 1955. La inscripción de mujeres en el Registro Nacional de Electores para esa
primera elección fue muy baja, sobre todo en la zona rural.
Debido a la poca información y poca
poca difusión, tal como ahora, aunado al rezago educativo al que estuvieron sometidas las mujeres en esa época. Más sin embargo se dio el primer paso. Y de ahí en adelante, ha ido avanzando y mejorando la participación de la mujer en el quehacer político de nuestra nación.
Tal vez no se ha alcanzado una igual de género completa, pero de un inicio con ciertas limitantes, se ha avanzado mucho. Algo similar es esta Encuesta Popular. Irá mejorando con el tiempo y ya no hay “vuelta para atrás”.
Ya se dio el primer paso. Los conservadores gritaran que fue en fracaso. Los Liberales que fue un éxito. Es sólo un primer paso que nos llevará a un estado democrático con mayor madurez. El tiempo lo dirá.
Un pequeño paso en esta encuesta. Un gran paso para la vida democrática de
nuestra Nación.
[1] Enriqueta Tuñón Pablos. Tres momentos claves del movimiento sufragista en México, (1917-1953). En: La Revolución de las mujeres en México. Publicado por el Instituto Nacional de
Estudios Históricos de las Revoluciones de México y la SEP, México, 2012.