Durante enero del 2015, el personal ocupado del sector manufacturero aumentó 3.3% a tasa anual desestacionalizada, incremento menor al registrado el mes previo de 3.4%, de acuerdo con datos de la Encuesta Mensual de la Industria Manufacturera (EMIM) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Si bien los ocupados en el principal sector de la economía mexicana hilaron 59 meses en terrenos positivos y 4 periodos arriba de una variación de 3.0%, con estos resultados se trazó una tendencia de desaceleración en el corto plazo.
Por tipo de contratación, el número de obreros avanzó de 3.7% en el lapso anterior a 3.5% en el primer mes del año en curso, mientras el de los empleados que realizan labores administrativas mostró un ascenso de 2.6%, mayor en 0.3 puntos porcentuales.
En cuanto a las horas trabajadas, ajustadas por estacionalidad, éstas presentaron un crecimiento anual de 3.6%, frente a 3.3 por ciento.
En el mercado laboral manufacturero, el apartado de las remuneraciones medias reales pagadas continúa en una situación endeble. En enero del 2015, con series desestacionalizadas, éste cayó 0.5%, que significó dos descensos consecutivos (-1.0% anterior); todavía no alcanza un horizonte arriba de 2.0% desde el 2008, considerando que la nueva base estadística de la EMIM inicia en enero del 2007.
Dentro de las remuneraciones, los salarios mejoraron (de -0.8 a 0.5%), los sueldos se recuperaron al pasar de -1.6% en diciembre a -0.2% en enero y las prestaciones sociales se contrajeron (0.3 a -2.0 por ciento.
Con variaciones mensuales, el personal ocupado creció 0.15% al inicio del año en curso, contra 0.20 en diciembre, 0.26% en noviembre y 0.57% en octubre.
Metodología del INEGI
La gran mayoría de las series económicas se ven afectadas por factores estacionales, que son efectos periódicos que se repiten cada año y cuyas causas pueden considerarse ajenas a la naturaleza económica de las series, como son las festividades, el hecho de que algunos meses tienen más días que otros, los periodos de vacaciones escolares, el efecto del clima en las diferentes estaciones del año, y otras fluctuaciones estacionales, de acuerdo con la metodología del INEGI.
En este sentido, la desestacionalización o ajuste estacional de éstas consiste en remover estas influencias intra-anuales periódicas, debido a que su presencia dificulta diagnosticar o describir el comportamiento de una serie económica al no poder comparar adecuadamente un determinado mes; las cifras desestacionalizadas también incluyen el ajuste por los efectos calendario (frecuencia de los días de la semana y, en su caso, la semana santa).
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