· Como complemento al tratamiento médico, estos pacientes reciben atención integral y especializada para mejorar su calidad de vida
· Doña Bernarda, bajó 16 kilos de peso y recuperó su salud física, emocional y el ánimo por la vida
· Don Raúl, pensionado que destaca en sus actividades físicas
El Instituto Mexicano del Seguro Social trabaja de manera permanente en el Programa Atención Social Saludable (PASS) en los ocho Centros de Seguridad Social que existen en Nuevo León, con el fin de controlar y mejorar la calidad de vida de los derechohabientes que padecen alguna enfermedad crónica.
En el primer cuatrimestre de 2017, estos Centros del IMSS atendieron a 2 mil 603 pacientes, de los cuales mil 242, tienen sobrepeso; 436 padecen enfermedades crónico degenerativas, 80 tienen problemas de columna, 50 tienen padecimientos de salud mental y 795 son pacientes sin padecimiento que trabajan por su salud.
El mayor beneficio que recibe la población con este programa es el autocuidado de la salud. Los mismos pacientes dan testimonio de los beneficios que reciben con la enseñanza de un grupo multidisciplinario de salud, nutriólogos, psicólogos, trabajadores sociales, instructores de educación física y maestros de cocina nutricional, entre otros.
Es el caso de la señora Bernarda, quien después de pesar 115 kilos, sentirse prisionera de una enfermedad que le causaba dependencia física y sufrir profunda depresión por el abandono de su marido, volvió a sentir amor por la vida cuando ingresó al Programa Atención Social Saludable en el Centro de Seguridad Social N° 1 del IMSS.
Ahora dice sentirse distinta cuando llega cada tarde al Centro 1 “siento muy bonito, vuelvo a ser yo, reviví, me siento como en casa y al personal de aquí lo siento como mi familia”.
Durante dos años, doña Bernarda García Juárez, estuvo atada a una silla de ruedas como consecuencia de una fibromialgia, enfermedad que se relaciona con acontecimientos estresantes o traumáticos, acompañada de fatiga y otros síntomas.
En ese tiempo la mujer, no cocinaba sus alimentos, ni sentía motivación alguna por la vida pues además de su enfermedad, sufría el abandono de su marido con quien había compartido 41 años de casados y con quien tuvo a sus tres hijos, una mujer y dos varones.
En el medio privado doña Bernarda obtuvo el diagnóstico de su enfermedad y posteriormente recurrió a su doctora en la clínica 28 del IMSS, quien le brindó apoyo y seguridad para tratar su problema de salud “ella me dijo, ya no gaste más, yo voy a atenderla aquí y me dio el tratamiento completo”.
A partir de entonces la mujer empezó a sentir mejoría porque ya movilizaba poco más su cuerpo y pudo levantarse a caminar. Sin embargo, continuaba sumergida en una profunda depresión.
En busca de una atención más integral, su médico la envío al Programa Atención Social Saludable (PASS) al Centro de Seguridad Social N° 1 donde podría encontrar el complemento ideal para su tratamiento médico.
Doña Bernarda llegó a las instalaciones del Centro 1 caminando con dificultad, sufría de sobrepeso, experimentaba temblores en su cuerpo, y mostraba desinterés por todas las cosas que la rodeaban.
En forma similar Don Raúl, un hombre pensionado recordó que llegó al Centro uno prácticamente doblado, caminaba agachado por un problema de severa lumbalgia, pero con su activación física que ha llegado al buen desempeño en aquaerobics, yoga, chi kun y acondicionamiento físico, más una alimentación bien equilibrada, a don Raúl le cambió la vida.
“Aquí está muy bien, si nosotros queremos salir adelante en nuestras enfermedades aquí encontramos lo que necesitamos, se siente uno muy contento por la mejoría y muy agradecido también”
Magda Razo, coordinadora de PASS en el Centro 1 explicó que tanto Bernarda como don Raúl, fueron integrados a este programa que ofrece tres vertientes: el ejercicio físico, la orientación nutricional y la educación para la salud, en esta última se trabajó con la recuperación de la confianza en sí mismo, el manejo del estrés y la fuerza de voluntad para el cambio de hábitos.
El objetivo es que los pacientes se sientan acompañados en su enfermedad, que encuentren formas atractivas y efectivas de cuidar su salud al grado de cambiar hábitos que les permitan mejorar su calidad de vida, expresó la Trabajadora Social.
