El jefe de la delegación de Canadá se quejó de que Estados Unidos busca beneficiarse en detrimento de sus vecinos.
Verheul sostuvo que hasta ahora las conversaciones lograron pocos avances en temas importantes y se quejó de la poca flexibilidad de los negociadores estadounidenses.
Sus comentarios son los más pesimistas que se han hecho públicos de parte de un funcionario canadiense involucrado en las negociaciones y reflejan el enorme desafío que afrontan los negociadores que buscan modernizar el tratado comercial de 1.2 billones de dólares para comienzos de abril.
“La postura de Estados Unidos es centrarse en su propia perspectiva y no en América del Norte. Por lo tanto, ellos buscan fortalecer a Estados Unidos y debilitar a Canadá y México dentro de la economía de América del Norte”, dijo Verheul en una conferencia de Ottawa.
El presidente Donald Trump ha amenazado frecuentemente con abandonar el TLCAN a menos que haya cambios importantes; hace una semana, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, afirmó que para su país sería mejor salirse del acuerdo que aceptar uno malo.
Las conversaciones han progresado poco mientras Canadá y México buscan abordar las demandas de Estados Unidos. Las negociaciones debían finalizar a fines de marzo, una fecha límite que según los funcionarios se extendió al menos hasta principios de abril, pero parece que tampoco se cumplirá.
Canadá ha hecho lo que califica como propuestas creativas para abordar la insistencia de Estados Unidos en que se aumente el contenido norteamericano de los autos que se fabrican en la región.
“Hemos logrado lo que caracterizaría como un progreso bastante limitado en términos generales (…) el problema principal es que hemos visto una flexibilidad limitada de Estados Unidos, incluso en cuestiones bastante sencillas”, dijo Verheul.
El negociador, además, señaló que el ritmo con el que se han llevado a cabo las rondas de diálogo –seis desde agosto– ha sido demasiado rápido como para permitir consultas entre cada reunión.